San Pedro de Atacama, chile

El aeropuerto es bastante pequeño, por lo que ubicar la salida no será gran problema. Al salir del avión caes directamente en las puertas de embarque y deberás buscar la salida que está bajando unas escaleras mecánicas, solo sigue los letreros que dicen Retiro de Equipaje y al pasar por estas correas estará cerca de la salida.

Al salir verás muchas compañías de alquiler de autos y empresas que se dedican a transportar pasajeros desde el aeropuerto hasta la puerta de tu alojamiento. Existen varios hoteles que también ofrecen este servicio de forma privada o incluidos en sus paquetes. Otra dato importante sobre estas compañías de traslados es que ofrecen descuento si pagas los tramos de ida a San Pedro de Atacama y retorno en un solo pago.

Sea en un auto alquilado o vayas a San Pedro en un servicio de transfer deberás hacer un pequeño viaje en carretera durante unos 80 minutos para llegar a San Pedro recorriendo la Ruta 23. Si alquilas un auto, les recomiendo ir muy atentos a la vía pues ya que es muy transitada por grandes camiones y se han reportado casos donde los conductores se distraen con bastante facilidad produciendo algunos accidentes.

Sin duda alguna la respuesta es en bicicleta, y es que la “bici” siguen siendo el mejor medio de transporte de la zona, esto por lo rápido, fácil y económico. Por sus calles de tierra resulta increíblemente beneficioso el poder moverte con una de las muchas bicicletas que alquilan en el pueblo. Es bueno que estés familiarizado con esto de andar en bici, pues las condiciones como el terreno árido y la altura en la que se encuentra San Pedro (2.400 m.s.n.m.) pueden tomarte por sorpresa, así que mi recomendación es que disfrutes del paseo y pedalea de manera suave y constante, te cansarás menos y disfrutarás más.

Las muchas compañías de arriendo de bicicletas ponen a tu disposición todo el equipo necesario para poder moverte seguro hacia las afuera del pueblo o entre sus calles. También está la opción número uno y la que, siempre recomiendo al llegar a un nuevo destino, ¡¡¡CAMINAR!!!

Declarado Zona Típica el 28 de marzo de 1980 la historia de este pueblo se remonta muchísimos años atrás. Hace unos 10.000 años antes de Cristo se comienzan a registrar el paso de civilizaciones nómadas por esta zona los cuales vivían en cuevas y cazaban animales propios del área como las llamas y las alpacas, entre otras.

Con el paso de los años esta zona fue sede de civilizaciones un poco más sedentarias gracias a la flora y fauna que proveía de alimento y refugio. Para el segundo milenio (año 1001 al 2000) ya las civilizaciones eran totalmente sedentarias siendo la ganadería de llamas y el cultivo del maíz sus actividades principales. La textilería y la cerámica se abren paso con el tiempo y finalmente la minería de cobre les da un importante recurso que llega para complementar los otros rubros ya presentes para ese momento fortaleciendo y enriqueciendo a muchos de los habitantes de estas zonas.

En 1450 el imperio Inca toma posesión de la región de Atacama lo que trajo el perfeccionamiento en áreas como la metalurgia y la arquitectura, así como la adoración a las altas cumbres y al Sol. Todos estos cambio en la historia de Atacama dieron un grado muy alto en el desarrollo de esta zona.

Para el Año 1540 la zona de Atacama es conquistada por el imperio español quienes traen el cristianismo a estas tierras. En el año 1557 se construye el templo de San Pedro en el mismo lugar que vemos hoy, pero con reconstrucciones y ampliaciones necesarias debido a sismos e incendios ocurridos a través de los años.

Es una edificación que se conserva bastante bien ubicada justo al lado de la Plaza de San Pedro de Atacama y casi al frente de la municipalidad De San Pedro. Con un blanco muy llamativo, con dos capillas laterales y una única nave de 41 metros de largo es uno de los lugares que tienes que conocer en este pueblito.

El campanario se construye en el año 1965. La iglesia de San Pedro de Atacama es declarada Monumento Histórico en el año 1951 y en su interior se puede apreciar a través de un cristal, el suelo o piso original de la iglesia.